En la antigüedad el Estado
surgió como ente central de dominación, decisión y control de las sociedades
civiles. Sin embargo, desde su surgimiento hasta la actualidad este ha sufrido
diferentes cambios en su estructura y funcionamiento. No sólo sus funciones
aumentaron, sino que también en otros periodos disminuyeron, a la vez que se
desarrollaban un sistema internacional-estatal y conexiones entre cada una de
estas entidades, a través de elementos económicos, sociales, culturales,
políticos e incluso ambientales. A este proceso de aumento de las redes entre los
diferentes Estados se le llama globalización. Económicamente, la
globalización “tiende a crear un solo mercado mundial en el que se comercian
productos semejantes, producidos por empresas cuyo origen es difícil de
determinar, ya que sus operaciones se distribuyen en varios países”
(Kozikowski, 2013).
A través del desarrollo de la historia mundial, el sistema económico capitalista, así como el llamado Occidente se han impuesto como regidores del proceso globalizador. Dicho punto es importante pues, la economía o el sistema económico no es un elemento desligado de la sociedad, sino que como menciona Marcos Kaplan, el capitalismo "determina el funcionamiento y crecimiento de la producción, el mercado, la economía, la sociedad y la cultura". Además, una de las características que definen a este sistema capitalista es que promueve el desarrollo de la globalización. El Estado ha fomentado también el avance del capitalismo, a pesar de que en momentos sus acciones vayan en contra de la globalización.
A partir del siglo XX, se destaca la división del mundo en países industrializados (que controlan los mercados) y países dependientes y subdesarrollados. También durante dicho periodo, las grandes empresas de dichos países industrializados han centralizado los capitales y creado monopolios u oligopolios de los mercados. Además, el capital financiero se ha vuelto la forma dominante en la economía, la sociedad y la política (Kaplan, 2004). Asimismo el campo financiero, ha sido el primero en ser mundializado, creando un sistema financiero internacional. Dicho sistema supera enormemente en sus transacciones a la economía real, al comercio de bienes y servicios.
Las finanzas internacionales combinan elementos de las finanzas corporativas y de la economía internacional. En esta se estudian los flujos de efectivo a través de varios países y la valuación de activos en diferentes países en diversas monedas. Como campo de estudio, se enfocan en la balanza de pagos y los procesos de ajuste a los desequilibrios en dicha balanza, además un concepto importante es el tipo de cambio.
Las finanzas internacionales son importantes, pues debido a su impacto en la economía a nivel internacional, lo que pasa en dicho sistema tiene alcance más allá de la esfera económica internacional o nacional de los diversos países. Las acciones de terceros pueden impactar positiva o negativamene en los agentes que participan en el sistema. Ejemplo de estos riesgos y oportunidades son los marcos políticos y legales de diferentes países, el tipo de cambio de las divisas y las imperfecciones del mercado. Incluso empresas que operan solo nacionalmente se ven afectadas por los cambios en las finanzas internacionales.
Algunas de las variables económicas que cambian dentro de los procesos de los mercados internacionales son: tipo de cambio, tasa de interés, precio de los bonos, precio de las acciones, precio de las materias primas, presupuesto del gobierno, cuenta corriente, etc.
Las ventajas de la globalización de la economía son:
- La competencia por la inversión extranjera favorece la estabilidad macroeconómica, la baja inflación, las finanzas sanas e instituciones financieras sólidas. Lo anterior desalienta la fuga de capitales, fomenta el ahorro y la inversión, además de que acelera el crecimiento económico.
- Las políticas individuales de apertura de los países impulsan la competencia, la productividad y la eficiencia en la asignación de recursos.
- La competitividad internacional favorece las reformas estructurales, la inversión en infraestructura y capital humano, por ende favorece la innovación.
- Incrementa la transferencia de conocimiento científico, tecnológico y administrativo (si bien, se critica que el conocimiento transferido a los países dependientes, es un conocimiento ya obsoleto para los países más desarrollados.
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